¿Quieres que tus puertas y ventanas de aluminio o de PVC te duren más tiempo? Eso se consigue con un correcto mantenimiento que, además, ha de realizarse de forma periódica y constante.
Te ofrecemos cinco consejos clave para conseguirlo:
- Limpia a fondo, de vez en cuando, los puntos de unión de puertas y ventanas, ya sean de aluminio o de PVC, así como los raíles en caso de tratarse de ventanas correderas. No te olvides de las ranuras en la parte inferior del marco. Tienen una importante función de drenaje del agua y hay que evitar que estén sucios.
- En el proceso de limpieza, no utilices productos abrasivos o con disolventes que puedan estropear el material. Basta con un paño húmedo y un jabón suave.
- Pon especial atención a los marcos de las ventanas allí donde se acumula la suciedad que procede del polvo exterior e incluso del agua de lluvia. Bastará con pasar un paño húmedo con un producto adecuado que, a la larga, evitará la aparición de manchas.
- También es conveniente mantener los cristales impolutos y, en este caso, la recomendación es la misma: no utilices herramientas afiladas o productos agresivos con el cristal. Basta un paño y un poco de agua templada.
- No te olvides de revisar las juntas entre el cristal y el aluminio, así como las partes en las que haya silicona. También debes asegurarte de que los felpudos no se han desplazado de su sitio. Así evitarás que el agua, el polvo u otros elementos entren y terminen dañando el material.
Por cierto, debes retirar cualquier protección adhesiva que haya quedado en la puerta o la ventana tras su instalación. No sólo es cuestión estética, también de protección.
También es importante evitar la brusquedad al accionar el sistema que abre y cierra puertas y ventanas. No hay que forzarlo más allá de la posición tope.
Una última cosa: ventilar la habitación al menos cinco minutos cada día evitará posibles daños que causa la humedad, especialmente si se trata de la cocina o el baño.