A la hora de elegir un lugar como hogar son muchos los elementos que tenemos en cuenta. El tipo de vivienda, su tamaña, ubicación, etcétera. Una vez elegido la vivienda comenzamos a pensar en la organización y decoración de la misma pero antes debemos pensar, aunque es algo que solemos tener en cuenta inconscientemente, en las ventanas y cristaleras que serán determinantes para el buen ambiente del hogar.
La ventana permite la iluminación con luz natural de las estancias además de ser esencial para la ventilación y por ende, para aquello que olemos en el hogar.
También determina el nivel acústico de nuestra casa, lo que escuchamos en el interior, ya que el aislamiento de ventanas y cerramientos son claves para evitar que los ruidos entren en nuestra casa.
La orientación de las ventanas en la vivienda también resulta importante ya que según su disposición la luz y el calor afectarán a las diferentes estancias de tu hogar.
Otro punto destacado de las ventanas, y que pasa más desapercibido, es su papel en la decoración.
Las cortinas. Según el tamaño, tipo (si es oscilobatiente, fija, abatible…) y espacio a su alrededor adaptaremos unas cortinas, estores o persianas. Éstas siempre se adaptarán a la luz, bien potenciándola o atenuándola, y además son un elemento decorativo muy importante.
Espacios especiales. Las ventanas nos permiten crear rincones únicos mediante la instalación de repisas donde colocar plantas, ubicar un escritorio para el estudio o un sofá para la lectura.
Vidrio: Si lo deseas y en el caso de ventanas pequeñas o con poco espacio, puedes prescindir de las cortinas o estores y poner motivos ornamentales en el vidrio o elegir uno opaco, así como elegir una carpintería en un color acorde con la estancia donde se integre estéticamente.
Todas estas posibilidades no deben olvidar nunca que nuestras ventanas deben ser de calidad para que, más allá de la parte decorativa, tengan un correcto aislamiento acústico y térmico que harán de nuestro hogar un lugar cómodo, acogedor y confortable.